Un Shebet es mucho más que un equipo

En esencia, el shebet (tribu) es luchar por la preservación de un ideal común y compartido que trasciende a la propia existencia de cada individuo.
El concepto de tribu debería poder implementarse como un modelo de relación de grupos de compañeros, hasta equipos de trabajo, líderes empresariales, sociales o comunitarios
La esencia del Shebet es trascender juntos, una de relación entre miembros de cualquier organización del futuro.
La confrontación directa con uno mismo a través de retos físicos, intelectuales, emocionales, creativos y sociales son necesarios para el desarrollo personal y da lugar al descubrimiento y práctica de valores
El compartir experiencias rigurosas desarrolla flexibilidad, entendimiento, cooperación y capacidad de: análisis, enfoque y comunicación.

Un Shebet es mucho más que un equipo
En esencia, el shebet (tribu) es luchar por la preservación de un ideal común y compartido que trasciende a la propia existencia de cada individuo.
El concepto de tribu debería poder implementarse como un modelo de relación de grupos de compañeros, hasta equipos de trabajo, líderes empresariales, sociales o comunitarios
La esencia del Shebet es trascender juntos, una de relación entre miembros de cualquier organización del futuro.
La confrontación directa con uno mismo a través de retos físicos, intelectuales, emocionales, creativos y sociales son necesarios para el desarrollo personal y da lugar al descubrimiento y práctica de valores
El compartir experiencias rigurosas desarrolla flexibilidad, entendimiento, cooperación y capacidad de: análisis, enfoque y comunicación.
Nuestros cuatro pilares
Es de fundamental que este propósito sea de alto impacto, es lo que marca la diferencia y hace que se convierta en un elemento de cohesión de grupo.
Hacer sentir a todos que la misión es compartida y que su papel es determinante es imprescindible para que el shebet consiga fijar un foco y que este sea al mismo tiempo común, consensuado y buscado por todos.
El orgullo de pertenecer a tu shebet y defender hombro con hombro el anhelo de tu comunidad le otorga otro sentido a tu día a día y quizás al de tu vida.
Un shebet entiende una iniciativa como un camino al servicio de un propósito más elevado, un camino de largo plazo.
El segundo aspecto a tener en cuenta sería la implicación emocional, un shebet apoya sus fortalezas en las sólidas y comprometidas relaciones personales. Se crea así un vínculo que trasciende el espacio de trabajo, la clase o lugar de coinsidencia.
Una tribu incentiva la relación con el de a lado e intensifica las vivencias personales. En ella se provocan estimulantes núcleos de afectividad, cohesión, apoyo sentimental y se anima a compartir actividades con quienes consideras iguales.
Se crean escenarios de relación donde buscar afinidades y relaciones duraderas de confianza y no tanto la aceptación de relaciones esporádicas, de menos compromiso y calado temporal, como sucede en las relaciones generadas entre los miembros de un equipo. Una tribu habla de hermandad y un equipo habla de compañerismo.
El tercer elemento diferenciador a destacar sería la protección del individuo; ya que la característica más relevante de un shebet es la preocupación de los un@s por los otr@s, la generación de empatía con aquell@s más desfavorecid@s, su alto nivel de compromiso y compasión, la protección al más débil, apoyarlo y elevarlo.
Entendemos que la empatia tiene que ver con el otro, sin darnos cuenta que tiene que ver con nosotros mismos, ya que nos han enseñado que la empatia es ponerte en los zapatos del otro, pero lo que no comprendemos en muchas ocaciones es que para poder ponerte los zapatos del otro primero debes quitarte los tuyos.
Entender al otro como parte de un todo y como una parte importante e imprescindible da estabilidad al shebet.
Para el shebet la persona es el todo y es parte del nosotr@s (yo soy porque nosotros somos). Para un equipo la persona es un peón perfectamente prescindible por algo mejor o menos incómodo.
En último lugar, destacaría la importancia de la existencia de un líder frente a un jefe; ya que las organizaciones deberían mantener el orden social sin una autoridad centralizada. Aunque todo termine finalmente pasando por las manos del líder, antes debe pasar por el filtro y los diversos puntos de vista de la tribu, puesto que es ella quien otorga la visión más holística, quizás desde enfoques encontrados pero enriquecedores de la misión de la organización a la que pertenecen. Esta nueva manera de empoderar al grupo es para mí la opción más valiente e innovadora, de la que personalmente he comprobado más ventajas que desventajas. La alineación del talento, el enfoque y el reconocimiento hacia cada individuo de la tribu garantiza organizaciones más humanas, poderosas, exitosas e inspiradoras.
Nuestros Madrijim
Madrij en lengua hebrea viene de la palabra Derej que significa camino, el Madrij es aquel que te va a caminar contigo para acompañarte y guiarte para tu desarrollo trasformacion y trascendencia.
Ser madrij es mas que ser un educador, coach y recreador se trata de guiar a seres humanos, de fomentar su crecimiento personal, aclarar inquietudes, enaltecer sus fortalezas y dejar huella.
Ser madrij es ser un modelo a seguir para el individuo, la institución y la comunidad.
Los madrijim de shabet son personas profesionales con experiencia comprobada y una enorme capacidad creadora y con gran espiritu de servicio que reflejan el compromiso con los objetivos y valores de Shebet.
Listos para hacer crecer a personas, grupos u organizaciones.
